El país vive días difíciles, negarlo
sería una tontería. La situación económica es cada vez peor y todo indica que
empeorará en la medida que desde el gobierno no den muestras de cambiar las
condiciones bajos las cuales opera la economía. Lo que estamos viviendo es una
lucha feroz por el control cambiario, es decir, quien controle los dólares,
controla el país.
Detrás de toda esta situación, lo que
existe es el enfrentamiento entre grupos de poder para controlar las rentas
provenientes del mecanismo más perverso que ha existido en nuestra economía en
los últimos treinta (30) años: el control de cambio. Llámelo Recadi, Otac o
Cadivi, es indiferente, lo que usted debe entender amigo lector es que vivimos
toda esta tragedia económica porque existen grupos muy poderosos que están en
desacuerdo con sincerar la política cambiaria de este país porque perderían
espacios y poder. Tal como se plantea el juego hoy, quien domina los dólares
tiene el poder político. De eso sabe bastante el ex ministro Jorge Giordani
quien testarudamente ha hecho de nuestra economía la de mayor retroceso en el
hemisferio occidental en los últimos quince (15) años.
He expresado muchas veces en este
espacio que el modelo económico del gobierno es un desastre, sencillamente no
funciona. No existe excusa alguna para que estemos viviendo todo esto. Hay que
decirlo, este gobierno se rumbeó todo el dinero que ha ingresado a este país
desde que llegaron al poder y no quieren asumir su responsabilidad. Solo les
queda decir: “la revolución se ocupó de los pobres”, un argumento que es un
insulto a la inteligencia de la gente decente y trabajadora de este país.
Si el gran logro de la revolución es
haber hecho que la gente más desposeída del país esté bien, permítanme decirles
que existen formas muchísimo mejores de hacer que la gente viva mejor (si es
que acaso, los pobres de este país lo hacen), Brasil, Colombia, México y Perú lo han demostrado. La revolución y su modelo económico es pura
ficción.
Quien imaginaría en el año 2006
cuando el comandante eterno y máximo representante de la revolución bolivariana
arrasaba en las elecciones presidenciales que ocho (8) años después el país
pasaría por la situación que actualmente atraviesa. En ese entonces todo el
mundo vivía la euforia de de un modelo que exacerbó el consumo, la distribución
y nunca se ha ocupado de la producción y la generación de riqueza. Es falso que
Venezuela sea un país rico, las cifras lo demuestran.
Hoy más que nunca necesitamos
sensatez en materia política y económica, mientras el actual modelo siga en
desarrollo lo que nos espera son colas y más colas, inflación y más inflación,
escasez y más escasez. El “socialismo” tal como lo plantea el gobierno
significa inflación y escasez, es decir, COLAS.
Mientras los grupos de presión más
sanguinarios y mercenarios que han existido en la historia económica de nuestro
país resuelven su problema para ver como el control de cambios los sigue
beneficiando, la gente hace cola para comprar comida y medicinas, algo que no
deja de ser una inmoralidad dados los precios internacionales del petróleo. Es
inadmisible que estemos viviendo semejante situación. Este gobierno pone a la
gente a hacer cola en plena bonanza petrolera, imagínense si los precios del
petróleo disminuyen y se estabilizan.
0 comentarios:
Publicar un comentario