Tenemos como, pero…

Una de las frases que más se ha repetido sobre Venezuela en los últimos 30 años es  “tenemos un enorme potencial”. Siempre que la situación se complica utilizamos esa frase par darnos ánimo y no caer en la desesperanza que a final de cuentas es lo peor que podría ocurrir. Comparándonos con otros países de la región, sin duda tenemos enormes posibilidades de llegar lejos como nación, sin embargo, lo de Venezuela va más allá de sus posibilidades, es un tema relacionado con lo que creemos ser pero no somos.
Nuestros gobiernos le hacen creer a la gente que somos un país rico cuando no lo somos. Una cosa es tener recursos naturales y otra muy distinta es ser un país rico. En general, el venezolano tiene una relación particular con el petróleo y este sirve de excusa para hacer del venezolano un personaje muy particular: viste y vive como el que más tiene cuando muchas veces no le alcanza para el saldo del teléfono.
El boom de consumo de los últimos 10 años refleja lo que el venezolano aspira ser, lo que quiere ser pero estamos lejos de ser: un país de avanzada. Usted habla con colombianos, mexicanos, brasileros y se da cuenta que nuestra realidad es completamente diferente, se parecen mucho pero existen grandes diferencias. Latinoamérica entera dio pasos muy importantes durante la última década en términos económicos y sociales, sin embargo, Venezuela ha quedado rezagada. Nuestros vecinos de la región no terminan de entender como con todo “nuestro potencial” estamos como estamos.
Lo que sucede y se discute hoy en el país es algo que cuesta mucho asimilar en otras latitudes pues hace ya un buen tiempo que las ideas que intentan implementar en Venezuela fracasaron. Al extranjero le llama la atención la “modernidad” del venezolano y la “antigüedad de las ideas” del gobierno actual. Es simplemente inconcebible lo que hoy nos sucede.
Explicar el tema cambiario y como se hacen largas colas en los supermercados o como no se consigue papel sanitario es algo doloroso porque te das cuenta que no sirve de nada “tener un gran potencial” si no sabes usarlo. El caso de Venezuela se parece mucho al caso del prospecto numero 1 de la organización que sabiéndose con talento comienza a hacer tonterías pensando que es intocable hasta que lo despiden y se queda sin contrato después de haberse gastado todo el bono que le dieron cuando lo contrataron, ¿les suena conocido ese caso?. Eso es lo que pasa con el país y con los venezolanos. Tenemos mucho “potencial” pero no lo desarrollamos y creemos que nos las estamos comiendo porque el petróleo da para eso y mucho más.

Las cosas comenzarán a cambiar cuando entandamos que no somos un país rico y que el petróleo no es un fin sino un medio que podría llevarnos a ser un mejor país pero no es el único medio que existe para que progresemos, posiblemente el más importante pero no el único. Nuestro potencial en efecto está ahí pero necesita que lo desarrollemos entre todos. Es falso que a todos nos toca una gota de petróleo y que nos merecemos todo lo que creemos que nos merecemos, si no trabajamos y nos esforzamos, no saldremos de esta dolorosa situación. Es necesario replantear lo que nos interesa como país y como sociedad pero sobre todas las cosas, como venezolano. Eso es vital para salir adelante, de lo contrario nos quedaremos como el ejemplo del prospecto que lo tuvo todo pero nunca llegó, es decir, como la eterna frase “tenemos un potencial enorme, pero…”

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