Como es costumbre en esta
época del año se presenta el proyecto de ley del presupuesto nacional para el
próximo ejercicio económico. El ministro Nelson Merentes en una fugaz
intervención presentó las premisas bajo las cuales desde el gobierno esperan
que se comporte la economía. El escenario base del gobierno es un presupuesto
inicial de 552,6 millardos de Bs, el precio del barril de petróleo en 60$, la
inflación entre 26 y 28%, crecimiento económico de 4% y no contempla
devaluación, es decir, las cuentas están sacadas a 6,3 Bs/$.
Lo del ministro Merentes la
semana pasada fue un saludo a la bandera, estoy convencido que presentó los
números porque es su obligación hacerlo pero él sabe que lo expuesto es falso y
no es precisamente un mentirita blanca, es una gran irresponsabilidad. Con la
actual situación económica del país no hablarle claro a la gente es una falta
de respeto.
Para que tengamos una idea
del contrabando que el ministro Merentes intentó meterle al país con el
presupuesto es necesario establecer que la inflación este año cerrará por el
orden del 50%, tres (3) veces más que lo establecido en el presupuesto del año
pasado. La economía posiblemente crezca este año pero de hacerlo será un número
magro y de seguir así las cosas el año que viene sería peor, cuidado si este
año cierra con contracción económica. El precio del barril de petróleo se
presenta deliberadamente subestimado para así poder manejar los recursos
discrecionalmente, ha sido así desde siempre pero la revolución ha exacerbado
esta práctica. El chiste de no plantear devaluación se cuenta solo, la economía
es inviable con el tipo de cambio oficial que tenemos y ellos lo saben.
El presupuesto de una nación
que es un importante documento para poder hacer análisis de la coyuntura
económica de un país se ha convertido en un chiste para los encargados de las
finanzas públicas. Sencillamente no pueden tomarse seriamente los números
presentados por el ministro Merentes, más cuando sabes que desde el año 2009 ha
afirmado que la inflación será de un digito, es decir, nuestro apreciado
encargado de la economía del país no tiene credibilidad alguna, podrá ser muy
buena gente pero sus anuncios no son creíbles y por lo tanto no generan
confianza.
La peor señal que puede dar
un gobierno es no ser transparente y si bien es cierto desde hace mucho tiempo
el presupuesto nacional no se ha cumplido, en esta oportunidad, la situación
económica no es igual a la de años anteriores. Es realmente delicada y la gente
merece un poco de respeto.
Un reciente estudio de la
firma consultora ODH revela que en los últimos seis (6) años el gasto ha sido
mayor a lo previsto, el desempeño económico nunca es el esperado, solo en dos (2)
oportunidades los años 2008 y 2012 el crecimiento efectivo de la economía se
acerco al estimado. La inflación sigue en aumento, en un (1) de los últimos
seis (6) esta se ha acercado a lo establecido en el presupuesto. El precio del
petróleo siempre es subestimado y nunca anuncian la devaluación. Esto corrobora
que no hay razones para creer en el presupuesto presentado.
La situación económica del
país es cada vez más compleja, los problemas coyunturales parecerían estar
convirtiéndose en estructurales lo cual es una muy mala noticia, mientras más
tiempo pase para ejecutar las medidas necesarias menos margen de maniobra
tendrán en el gobierno. El próximo año podría ser peor que este. La
responsabilidad es del gobierno que parece no estar entendiendo la magnitud del
problema económico que tenemos como nación. Amanecerá y veremos.
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