Sean todos bienvenidos a
Distorsiolandia, el país de las maravillas donde todos tus deseos de consumo
pueden convertirse en realidad. Poseemos
uno de los tipos de cambio más sobrevaluados del planeta y en eso radica
nuestro éxito económico. Actualmente poseemos un generoso plan de subsidios que
abarca desde los más necesitados hasta los que más tienen, sin exclusión
alguna. Si algo caracteriza a Distorsiolandia es la solidaridad de nuestros
gobiernos para que todo aquel que pueda beneficiarse lo haga sin ningún tipo de
restricción.
En los últimos 30 años
nuestra pujante economía ha tenido el acceso a las divisas extranjeras
controlado en 3 oportunidades y suman 17 los años con controles cambiarios.
Esta política medular del modelo económico distorsioladense ha permitido el
progreso de muchísimas familias y la consolidación de otras. Es falso que los
controles cambiarios hayan beneficiado solo a unos pocos. Hay que ver cuanta
gente ha pasado de no tener ni siquiera para pagar el alquiler a poseer un
patrimonio consolidado en cuestión de poco tiempo, eso se logra solo gracias a
nuestra política cambiaria. Los márgenes de rentabilidad son únicos en el mundo
e insisto mucha gente se ha beneficiado de nuestra acertada política.
Otro ejemplo para entender
como en nuestra pujante economía las mal llamadas “distorsiones” ayudan a todos
nuestros habitantes es el subsidio a la gasolina, en nuestro país el
combustible es el más barato del mundo, tanto así que el agua mineral es más
cara. Ningún país en el mundo puede decir lo mismo, nuestro subsidio a la
gasolina representa entre 4 y 5 % del producto interno bruto de nuestra
economía, esto ha permitido que los habitantes usen sus vehículos para
absolutamente todas sus actividades. Por ejemplo, en Distorsiolandia para
comprar el periódico, la gente prende su vehículo y va al kiosco que queda a
1-2 cuadras de su casa, no es necesario ir caminando.
Como el subsidio a la
gasolina ha sido tan beneficioso para la población, la educación superior es
gratuita, no importa que los estudiantes tengan recursos para pagar la
universidad, en este país independientemente de quien gobierne la universidad
será pública, popular y democrática. Lo de la calidad es otro tema que no viene
al caso en este momento.
Por otra parte, nuestra
política de precios ha sido de las más mejores en las últimas décadas. El
precio de los bienes más importantes para nuestra población está regulado, esto
permite que muchos productos sean baratos y como la cosa está tan buena existan
esporádicos episodios de desabastecimiento, nada que nuestro gobierno no pueda
resolver importando alimentos y electrodomésticos. Algo que solo es posible
gracias a nuestra acertada política cambiaria.
Este modelo económico ha
permitido que el desempleo esté en mínimos históricos, aquí el que no trabaja y
no produzca para la casa es porque no quiere, fíjese usted lo siguiente:
nuestra política de subsidios y regulaciones ha permitido que la gente pueda
desempeñarse como cadivero, sicadero, sitmetero, CNPero, entre otras
actividades muy lucrativas que agilizan la puesta en marcha de nuestra
actividad económica.
En Distorsiolandia es
difícil ver protestas en contra de los subsidios que la población recibe. En
los sectores menos favorecidos funciona muy bien la red de alimentos y en los
sectores medios-altos, nuestra política cambiaria ha permitido tener un
subsidio directo a las divisas que ha sido manejado de forma muy eficiente. En
nuestro país, los subsidios están muy bien enfocados: comida para los que menos
tienen y dólares para los que tienen un poco más, esto ha permitido tener a la
gente contenta en términos generales. Eventualmente surgen críticas pero nada
para preocuparse. Aquí la gente está feliz. Estos maravillosos subsidios nos
permiten tener hábitos de consumo únicos en el mundo, por eso te invito a
Distorsiolandia, donde el único riesgo es que te quiten el subsidio. La idea de
estas líneas se la debo a Omar Zambrano (@econ_vzla).
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