Venezuela
no es solo el país con la segunda mayor inflación del continente, después de
Argentina, también es el que menos facilidades para hacer negocios ofrece. Así lo revela el reporte “Doing
Business 2013: Smarter Regulations for Small and Medium-Size Enterprises”
elaborado por el Banco Mundial.
El
estudio se realizó en 185 economías y está compuesto por 10 indicadores que miden: la facilidad para
abrir una empresa, el manejo de los permisos para la construcción, la obtención de electricidad, el registro de la propiedad, la obtención de créditos, la protección a
las inversiones, el pago de impuestos, el comercio internacional, el
cumplimiento de contratos y “resolución de insolvencia”.
Los resultados muestran que
nuestro país se ubicó en el puesto 180 entre 185 países, desmejorando una posición
respecto al año pasado. Para cada uno de los indicadores se tiene que:
en las facilidades para abrir una empresa se ubica en
el puesto 152, en el manejo de los permisos para la construcción en el puesto 109,
en la obtención de electricidad en el puesto 160, para el registro de la
propiedad de 90, en obtención de créditos
de 159, en la protección a las inversiones de 181, en el pago de
impuestos de 185, en comercio internacional 166, en el cumplimiento de
contratos de 80 y para resolver una insolvencia de 163.
Como señalé anteriormente
Venezuela obtiene el último lugar en todo el continente de las 33 economías de
la región que forman parte del estudio. A nivel regional ocupamos el último
lugar en obtención de electricidad, pago de impuestos y comercio internacional.
Esto quiere decir que el país con mayores complicaciones para pagar impuestos,
gestionar el comercio internacional y obtener permisos para una conexión eléctrica es Venezuela. En
la protección a las inversiones estamos de penúltimos y en las facilidades para
obtener créditos y resolver insolvencias nos ubicamos en el puesto 30.Haití y
Bolivia obtienen mejores resultados que nuestro país. El país de Latinoamérica
mejor ubicado es Chile en el puesto 37, seguido por Puerto Rico y Perú
respectivamente.
Por debajo de nuestro país solo
se ubican: República Democrática del Congo, Eritrea, República del Congo, Chad
y República Central Africana. Aparte de estos países, en cualquier otra nación
del mundo es más sencillo emprender un negocio que en Venezuela. Esto podría
explicar (en parte) la existencia de tanta informalidad y sub empleo en nuestro
país. Las trabas legales desincentivan la formalización de emprendimientos y
cada vez es más caro contratar personal: un cocktail peligroso.
Lamentablemente los resultados
del reporte no impresionen a mucha gente, ya estamos acostumbrados a quedar
detrás de la ambulancia en cualquier medición de calidad institucional que se
hace a nivel internacional. Cada vez nos acostumbramos más a vivir en un país
con rezagos económicos, institucionales y sociales muy importantes,
posiblemente los mayores del mundo en los últimos 10 años. No se trata de si el
venezolano tiene el último modelo de telefonía inteligente del mercado, se
trata de cómo vivimos y del tipo de economía que se ha venido desarrollando en
los últimos años. En la última década se profundizaron los peores elementos de
un sistema de incentivos perverso basado en la renta petrolera. Cada vez somos
menos productivos y consumimos más y más.
Nuestro país tiene todas las
condiciones para ser un líder regional, al menos, en determinados sectores, sin
embargo, todo indica que no lo seremos si seguimos por el camino que vamos. De
ser una referencial mundial en los años 60 nos hemos convertido en el ejemplo
para explicar todo lo que no se debe hacer en materia económica. En un período
de 35 años nos convertimos en una paradoja de país y en los últimos 10 en un
ejemplo de involución. La verdad es que Venezuela debería atraer muchas
inversiones y ocupar mejores posiciones en el contexto económico internacional.
Nadie puede conformarse con el país que tenemos, sería irresponsable.
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