Los resultados económicos
del tercer trimestre se dieron a conocer la semana pasada y de acuerdo a eso
todo está muy bien. El Producto interno bruto aumentó 5,2% respecto al tercer
trimestre del año pasado, de acuerdo a datos del BCV. En este sentido, el
sector privado de la economía presenta una variación de 5,7%, mientras que el
sector público creció en 3,4%.
Por actividad económica se
tiene que la actividad no petrolera creció 5,4%. Dentro de la actividad no
petrolera se observa que el comportamiento por sector fue el siguiente: instituciones
financieras y seguros (35,9%) construcción (12,0%), comercio y servicios de
reparación (9,8%), servicios
comunitarios (+7,8%) comunicaciones
(6,9%), producción de servicios del
Gobierno General (5,5%), Servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler (4,0%), transporte
y almacenamiento (3,5%), electricidad y agua (3,0%), manufactura (3,0%) y minería
(-9,1%). El sector construcción presenta un comportamiento importante de
destacar porque es el sector público quien lo impulsa. De acuerdo a la nota del
BCV: “esta actividad mantiene el ritmo de crecimiento significativo
iniciado a partir del tercer trimestre de 2011, como consecuencia de la mayor
demanda de obras residenciales y no residenciales por parte del sector público
(18,8%), tanto del Gobierno general (24,7%) como de las empresas públicas
petroleras (28,6%)”, léase GRAN MISION
VIVIENDA VENEZUELA. Yo
preguntaría, ¿Qué muestran las cifras del sector privado en materia de
construcción?
Por su parte, la actividad
petrolera creció 1,1% respecto al tercer trimestre del año anterior y si lo
comparamos con el trimestre inmediato anterior se contrajo 4,1%. Un resultado
como este con un precio del petróleo elevado y estable genera muchas dudas
respecto a la salud del “principal motor” de la economía.
Si bien es cierto, el PIB no
petrolero creció más que el petrolero, la preocupación se presenta cuando
observamos que el sector público tiene una presencia importante en las
diferentes actividades del PIB no petrolero. No se trata de satanizar al sector
público sino de entender hasta que punto y en qué medida, el sector público
puede impulsar un modelo de crecimiento sostenible, toda vez que dependemos del
petróleo. Es cierto que los datos reflejan un mayor crecimiento del sector
privado, así tiene que ser, sin embargo, la brecha se ha ido reduciendo y el
sector público tiene mayor presencia y representa un mayor porcentaje dentro
del crecimiento total de la economía. Así se tiene que para el año pasado el
sector público creció 5,3% y el privado 3,3%.
Con mayor presencia del
sector público en las actividades económicas y un sector petrolero creciendo a
niveles que no se alinean con la realidad del mercado petrolero internacional,
el horizonte no es alentador. No me cansaré de repetirlo: con precios del
petróleo más bajos, la economía venezolana creció a tasas mayores en años
recientes. Esto quiere decir que un precio del crudo elevado, en las actuales
circunstancias, no garantiza un mejor crecimiento económico.
Si a eso añadimos todas las
restricciones que tiene el sector privado, principalmente la situación del
mercado cambiario en la actualidad, las perspectivas no son positivas para el
último trimestre del año, muy probablemente la economía de desacelere como
reseñan varios reportes internacionales. En efecto es lo que ha venido ocurriendo
trimestre a trimestre durante este año. La economía crece pero con menor
fuerza.
Es positivo que la economía
crezca?, Sí. Es positivo que el sector petrolero crezca a esos niveles?, No
tanto. Es positivo que el sector no petrolero crezca? Por supuesto que sí, eso
es lo que tendría que ocurrir pero con una mayor presencia del sector privado. Respecto
al segundo trimestre, el sector privado se desacelero y el público se aceleró. La
situación de la manufactura es para destacar: de las que menos creció. Estamos
generando más distribuidores que productores. Ustedes me dirán….
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