Mientras más tarden será peor…


Terminó el año y como era de esperarse (a pesar de los rumores) no se tomó ninguna medida en materia económica. La semana pasada escribí que no era de extrañar que anunciaran el ajuste cambiario, lo cual evidentemente no ocurrió. Lo que queda es esperar hasta que lo ejecuten. La situación política indica que las medidas económicas deben postergarse, sin embargo, la situación económica indica que deben tomarse cuanto antes.
Ante toda esta incertidumbre que existe no queda más que esperar y estar atentos. Mientras más tarden los anuncios peor será para la ciudadanía, pues, la situación empeoraría y el deterioro se agudizaría. Desde el gobierno hay dos razones importantes para prolongar el ajuste económico: la política que ya se comentó la semana pasada y por otra parte, el efecto que en la población causará la ejecución de medidas que como he dicho en reiteradas ocasiones, son impopulares. Al gobierno se le presenta un dilema, falta ver como intentará resolverlo.
En economía se usa una conocida frase para explicar que todo tiene un costo: “no hay nada como un almuerzo gratis” y cualquiera que sea el ajuste que ejecuten desde el gobierno tendrán que pagarlo. Difícilmente la situación económica de este año pase por debajo de la mesa. Los ajustes son necesarios y llegará un momento en el cual no podrán evitarlo. Lo ideal sería que el gobierno no llegará a una situación en la cual ya no tenga margen de maniobra y se vea forzado a ejecutar ciertas medidas, podría ser peor.
La consecuencia inmediata en materia económica de la situación política actual es la incertidumbre. El país entero está a la expectativa de lo que pase el 10 de enero con la toma de posesión del Presidente electo. Hay una parálisis colectiva que involucra a la economía y no queda claro que después de esa fecha la situación mejore. Lo mejor que puede hacer el gobierno es anunciar las medidas económicas y explicar que ocurrirá con el mercado cambiario. En la medida que esto no ocurra, los costos que tendrán que pagar los ciudadanos por las medidas económicas serán mayores.
En una situación de incertidumbre política y económica la pregunta clave es ¿podrá la economía seguir soportando este maltrato?, es decir, ¿qué margen de maniobra tiene el gobierno para “correr la arruga” y hacer creer que no pasa nada porque la economía creció 5% el año pasado?. Algunos analistas creen que hay holgura para postergar el ajuste, pues, suponen que todavía el gobierno cuenta con ingresos suficientes. Esta es la visión optimista, sin embargo, saben que esa “holgura” no es la misma de años anteriores y en algún momento la realidad  se impondrá y actuarán en consecuencia.
El gobierno podría tener un severo problema inflacionario este año si no atiende con diligencia el tema cambiario. Quedo demostrado con la inflación acumulada del último trimestre que el mercado cambiario impacta la inflación de manera considerable. No basta con subsidiar alimentos para los sectores más necesitados, esto es un “pañito caliente” que no resolverá el problema de fondo: la reestructuración de la política cambiaria.
Otra consideración importante es la magnitud del ajuste. Por ejemplo, el gobierno puede devaluar pero eso no significa que lo haga al nivel que requiere la economía. Esto sería otro “pañito caliente” para la población. Lo cierto del caso es que el gobierno tiene una “papa caliente” en las manos con el tema económico, esperemos que lo manejen adecuadamente (algo poco probable). Mientras más rápido lo hagan la economía responderá de mejor manera, para luego es tarde, sin embargo, la política parece marcar la agenda. Amanecerá y veremos.

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