El
Banco Central de Venezuela (BCV) dio a conocer los resultados económicos del
año 2012. La economía creció durante el cuarto trimestre 5,5%, siendo la
actividad de Instituciones financieras y
seguros la que más creció con 33,9%, seguida de la construcción con 10% y
comercio y servicios de reparación con 9,8%. Durante este período la actividad
minera presentó el peor resultado con una caída de 10%. Al consolidar los datos
de todo el año, la economía creció 5,6%, de los cuales 3,6% los aportó el
sector privado, según cálculos de la firma econométrica
De acuerdo al BCV “El
resultado de la demanda agregada interna se asocia a los crecimientos
observados en el gasto de consumo final privado (+7,1%), vinculado a la
recuperación del poder adquisitivo y al mayor nivel de empleo, al gasto de
consumo final del Gobierno general (+6,5%) y a la inversión bruta fija (+32,9%)”.
Para todo el año, la actividad de instituciones financieras y seguros creció 33,5%,
seguida de la construcción con 16,6% y comercio y servicios de reparación con
9,1%. Todo indica que el crecimiento se concentró en estas tres actividades. La
pregunta es ¿qué tipo de crecimiento estamos teniendo? La industria
manufacturera, pieza fundamental de todo proceso de crecimiento económico
sostenible creció 1,1% durante el cuarto trimestre y 1,8% durante todo el año.
Por su parte, la actividad petrolera, pilar fundamental de nuestro “modelo
económico” creció 1,1% y 1,4% respectivamente.
El Producto Interno
Bruto no petrolero creció 5,8% durante 2012, sin duda, una buena noticia, sin
embargo, cuando este comportamiento es liderado básicamente por sectores de
servicios como el financiero y el comercial, el resultado comienza a no ser tan
esperanzador. Básicamente la actividad de instituciones financieras crece
porque están repletas de bolívares, situación que no ocurriría si no existiera
control cambiario o si flexibilizaran la política cambiaria, así muchas
empresas extranjeras repatriarían capitales y la historia sería muy diferente.
En la
actual situación del país, que la economía haya crecido el año pasado es algo
que a muy poca gente le sirve. Los dos (2) primeros meses del año han sido
realmente complicados desde el punto de vista económico. Los niveles de escasez
se dispararon y la inflación sigue su curso. La devaluación golpeará el
bolsillo de los venezolanos y nada indica que las cosas mejorarán. El desempeño
económico del año pasado se vino abajo, se convirtió en “polvo cósmico” en solo dos (2) meses.
Las
perspectivas económicas para este año no son favorables, la economía podría
contraerse nuevamente y si crece será menor al 5,6% del año 2012. Una nueva
devaluación está a la vuelta de la esquina, bien sea de manera indirecta:
creando un mecanismo de sustitución del Sitme, que finalmente, operaría en
términos reales como una devaluación o por la vía oficial después de una
eventual elección presidencial. Lo más probable es que generen un mecanismo
alternativo de asignación de divisas y aún así la posibilidad de una
devaluación oficial (como el “ajuste cambiario” de carnaval) para 2014 es alta.
El
sector petrolero necesita inversiones importantes pero no queda claro que las
realizarán. Los precios de la cesta venezolana en su mejor momento histórico y
no hay dinero para invertir en el sector petrolero. Si con esta coyuntura
favorable no se invirtió en la gallinita de los huevos de oro, ¿cuándo lo
harán? Literalmente, se rumbearon ese dineral con la excusa de ayudar a los más
necesitados. El modelo económico planteado por el gobierno es tan frágil que
con números positivos durante el año anterior el problema persiste y las
perspectivas en el corto plazo son negativas. Necesitan precios del petróleo más
elevados, lo único que saben es gastar y si en efecto sube, nada garantiza que
resuelvan el problema. Siempre existirá la posibilidad de rumbearse esa platica
y como país estar peor.
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