¿Un nuevo Dakazo?

Como parte de la segunda fase de  la “ofensiva económica” del gobierno volvió a parecer en los medios de comunicación el Mayor General Hebert García Plaza. Con el mismo guión del mes de noviembre, surge como el salvador del pueblo oprimido y humillado por los comerciantes inescrupulosos que especulan y son responsables de la inflación y el desastre económico que vive el país.

La “ofensiva económica” forma parte del juego de cartas con que el gobierno aspira ganarle la partida a la grave situación económica que vive el país. En esta oportunidad la situación es diferente porque respecto a noviembre las cosas han cambiado considerablemente y parecería que tienen menos margen de maniobra para desarrollar una medida efectista como la disminución de precios. Los inventarios respecto a noviembre disminuyeron considerablemente y ante esa realidad, la pregunta es: ¿a que le van a bajar los precios?, basta salir a los centros comerciales para ver la cantidad de tiendas cerradas por falta de mercancía. El gobierno se la jugó con el “dakazo” en noviembre y le salió bien pero ahora no hay ni elecciones, ni productos.

La imagen de un militar hablando de economía jugando a ser todopoderoso es dantesca, refleja el problema en el que estamos metidos y lo equivocado que este gobierno está en el tema económico. Muestra a un gobierno que intenta resolver pero no puede porque sencillamente no tiene argumentos para solventar la difícil situación que vivimos. Las medidas que se están tomando intentan oxigenar al gobierno pero no van al tema de fondo. Hoy el gobierno se maneja por inercia y todo indica que vive día a día porque lamentablemente no está dispuesto a resolver el problema económico como tiene que hacerlo.

Las decisiones que se toman son desordenadas y sin lineamientos, conversando con algunos empresarios sienten que no hay una línea de acción concreta, mucha reunión, muchos planes pero operativamente muchas cosas no funcionan y así es complicado poder avanzar. Al día de hoy, parecería que se dicen cosas para los medios de comunicación pero concretamente es poco lo que se ha avanzado y por otra parte no terminan de integrar las medidas, es decir, los tiempos y los anuncios económicos permiten concluir que lo que están haciendo es aplicar “pañitos calientes” y con eso la situación no mejorará. Cada tres meses veremos nuevos intentos porque los anteriores no funcionaron.

El gobierno sabe en el problema que está metido, los esfuerzos que hace por mejorar la situación no solucionarán el problema porque no van a la raíz del asunto. La ley de precios justos es una entelequia y su “aplicación” tiene cada vez menos espacios porque de seguir así no podrán ni siquiera intentarlo. Los anuncios son desarticulados y no van al problema medular. La inflación y la escasez siguen subiendo y en el corto plazo no cederán. Las empresas en la mayoría de los sectores trabajan con las uñas, aquellos días de Cadivi con el “chorro abierto” ya pasaron y no volverán si el gobierno insiste por la vía que lo hace.


El mayor General García Plaza podrá salir por televisión disminuyendo los precios que crea conveniente y tratando de hacerle creer a la gente que la culpa es de los empresarios y los comerciantes pero la realidad de los hechos se impone. El “dakazo” como estrategia no tiene ningún sentido e irá perdiendo fuerza en la medida que pase el tiempo. La situación es realmente comprometedora y no se resuelve con “pañitos calientes” o corren o se encaraman pero ha llegado la hora de dejar los cálculos de lado y atender realmente la grave crisis económica que vive el país.

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