Recientemente fue víctima de
los incentivos perversos que el actual modelo económico ha generado. Necesitaba
comprar 10 kg de cemento blanco. Conociendo la situación de escasez que existe
para ese producto comencé a las 8 de la mañana mi búsqueda, fui primero hacia
la zona de plaza de toros y me dijeron: “No hay”. Luego pase hacia la zona
centro-norte de la ciudad y tampoco había, en varias ferretería sonreían cuando
preguntaba por cemento blanco. Solo en una me comentaron que la semana anterior
lograron vender 150 kg a un precio de 60 Bs/kg y que posiblemente le podría
llegar en unos días pero no sabía en cuanto lo vendería.
Continué mi búsqueda y
cuando ya estaba derrotado pensando que no lo conseguiría me paro en un sitio
por no dejar y me dicen “claro hermano,
si hay, 50 Bs/kg”, eran las 12 del mediodía y la decimotercera ferretería
que visitaba. No lo pensé, fue una reacción automática, un acto reflejo, le
dije: “dame 10 kg”. Conversando con el señor de la ferretería me comentaba que
vendría una marca iraní en 2100Bs el saco. Ya en otro sitio me habían dicho que
una señora pagó 2500 Bs por un saco. Un punto relevante es que si quieres el
saco completo, igual te lo cobran por kilo, así que si viene en una
presentación de 50 kg a 50 Bs/kg, en efecto el saco saldría en 2 500 Bs: un
salario mínimo.
Finalmente pagué 500 Bs por
10 kg de cemento blanco (menos de medio saco pequeño) y sentía que había
logrado una proeza. Después de reflexionar e internalizar en su justa medida lo
que eso significa busqué información sobre el precio del cemento y me consigo
que el cemento gris está regulado, bingo. Según entiendo la última revisión del
precio se hizo en diciembre de 2011en la Gaceta Oficial Nº 39 829 y se ubica
entre 20 y 22 Bs dependiendo del tipo de cemento I, II ó III Por otra parte, el
cemento blanco siempre ha sido más caro que el gris, desconozco si en este
momento está regulado, sin embargo, conseguí una referencia de su precio para
octubre de 2012 y era de 71,5 Bs el saco de 21,25 kg.
En mi visita a cada una de
las ferreterías percibí que el cemento blanco está desaparecido desde hace
mucho tiempo del mercado, cuando preguntaba muchos se extrañaban. No se trata
de una coyuntura reciente. Hace pocos días hablaba del tema con un alumno y me
comentó que tardó dos (2) semanas en conseguirlo, es decir, definitivamente
tuve suerte ese día.
El ejemplo de hoy revela que
el modelo económico del gobierno
sencillamente no funciona. La producción de cemento es controlada por el Estado
y que casualidad: hay escasez y por lo tanto sobreprecio. ¿Necesita el gobierno
más evidencia sobre la ineficiencia de los controles de precios?, lo mismo pasa
con la cabilla, el aceite de maíz, ahora la harina pan y por supuesto con el
dólar. Si quieres conseguir los productos regulados al precio de Gaceta
Oficial, debes hacer cola, toda una innovación en calidad de servicio.
Es inadmisible la situación
por la que pasa el consumidor de este país para conseguir productos de primera
necesidad. Lo de la construcción es cada vez peor, construir se ha convertido
en una verdadera calamidad. Esto tiene un impacto directo en el precio de las
viviendas y por supuesto en la calidad de la construcción.
Nuestro país se ha
convertido en una justificación eterna, para todo hay excusa, nos acostumbramos
a vivir mal, no tiene otro nombre. Lo del papel sanitario debería darle vergüenza
al país entero. Hace poco días en la Asamblea Nacional aprobaron un crédito
para importar papel sanitario, así estamos y así seguiremos mientras no cambien
el modelo económico. Poco a poco estamos llegando a situaciones inimaginables
hasta hace cinco (5) años y olvídense que el acercamiento con el sector privado
resolverá las cosas inmediatamente. El problema es de fondo, no una simple
coyuntura como las que el gobierno se ha acostumbrado a resolver. Un país sin
un sector privado sólido es sencillamente inviable.
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