Hacia el Estado importador

El tema da para mucho más de lo aquí escrito, sin embargo, la idea es clara: en la medida que el gobierno aumente su presencia en las importaciones totales, el control será mayor,eso es una mala noticia porque sin duda perjudicará al sector productivo del país, ya lo ha reiterado Aristóbulo Istúriz: "El control cambiario como instrumento político".

Para nadie es un secreto que el gobierno de turno ha hecho de las importaciones un "arma estratégica" para establecer su visión sobre la economía. El negocio cambiario mucho tiene que ver con el aumento de las importaciones del sector público en los últimos años. Datos de la firma Ecoanalítica revelan que las importaciones del sector público rondaron el 11,3% del total en 1999, durante el año 2010 representaron el 34,2% y se aspira que lleguen al 50%.
Un país en el que se importa absolutamente todo lo que se consume, aspirar a concentrar el 50% de las importaciones, no es cualquier cosa. Esto quiere decir que el sector privado perderá más espacios en la vida económica nacional, algo que no es conveniente para el futuro del país. El control de cambio que se ha convertido en la principal herramienta para obstaculizar el desenvolvimiento del sector privado venezolano, pasa a ser la principal ventaja para que desde el gobierno se realicen importaciones de todo tipo, pues, bajo este esquema los principales beneficiarios serían las empresas del Estado.
Esta situación ha hecho que en muchos sectores nuestro país se convirtiera en importador neto de muchos rubros en menos de 10 años, algo que difícilmente otro gobierno en el futuro pueda lograr. Desde el gobierno, esta situación parece no preocupar porque creen que los ingresos petroleros alcanzarán para eso y mucho más, cosa que pueda ser cierta, pero el costo que se está pagando por hacer de las importaciones una "política indispensable del modelo económico" es muy alto: destruir el aparato productivo venezolano.
El control cambiario genera una gran distorsión que crea incentivos para importar y no producir en el país, eso, precisamente es lo que hace el gobierno, todo lo compra hecho, mientras que los empresarios venezolanos deben ingeniárselas para ver como sobreviven a una situación que se hace insostenible desde todo punto de vista. Con el control cambiario, el gobierno ha avanzado hacia lo que he denominado el "Estado importador", concepto que permite ver al gobierno como un mayorista de quincallería que compra lo que necesite sin importarle el precio, es así, como se importa ganado, café, armas, casas prefabricadas y cualquier otra cosa que a usted se le ocurra.
Sería bueno preguntar: ¿Qué pensarían en el gobierno si una sola empresa (privada) importara el 50% de todos los productos que entren al país?, probablemente la acusarían de ultra-super capitalista salvaje, argumentando que para fabricar los productos que trae se utiliza mano de obra infantil.
En el país existe un consenso entre muchos economistas respecto a que el "modelo cambiario" caducó, se necesita urgentemente cambiar la forma en la que el gobierno trata el tema del tipo de cambio, queda claro que Cadivi y Sitme son entelequias que permiten al gobierno vivir en el realismo mágico revolucionario, sin embargo, está llegando la hora de tomar decisiones importantes al respecto.
En la visión del "Estado importador", el gobierno goza de una gran ventaja: dólares baratos, el problema es que estos se están agotando y cada vez alcanzan para menos. Por otra parte el desmantelamiento del control cambiario, no es sencillo de administrar y por las consecuencias que ha traído para la economía venezolana, no será fácil realizar esa acción.
Por otra parte, queda siempre la duda sobre lo que pretende hacer el gobierno una vez controle el 50% de las importaciones de la economía nacional, sin temor a equivocarme, esto hará que el ciudadano sea cada vez más dependiente del Estado, relación que urgentemente debe replantearse en un país en el que, a lo largo de su vida democrática, se le ha hecho creer a la gente que es rico, por lo tanto, sus habitantes se merecen todo, sin asumir ningún tipo de esfuerzo. El "Estado importador" se dirige entonces hacia el establecimiento de un ciudadano completa y absolutamente dependiente del Estado, "justicia social" la denominan en los sectores más románticos de la revolución (si es que existen).

2 comentarios:

Ana Arevalo dijo...

Profesor Domingo, entonces en vista de que usted menciona que el estado debe considerar cambiar los sistemas de control de cambio como CADIVI y el SITME, que puede venir después? Liberar el control de cambio? Que otra cosa puede hacer el estado para seguir manteniendo los dólares baratos si ya caducaron los sistemas de control cambiario actuales?
Profesor a mi realmente me da temor esa situación que plantea, estoy totalmente de acuerdo en que se está destruyendo el aparato productivo del país, que va hacer la gente cuando se gradué de las universidades? Obligatoriamente tendremos que ser maniquíes del estado o conformarnos con las miserias que regala el gobierno para ser “socialista”.

Anónimo dijo...

Hola Domingo,

Al hilo de tu artículo, aquí te dejo este otro de Manuel Shuterland que complementa muy bien lo que vienes a decir:
http://surversion.wordpress.com/2011/09/07/la-economia-politica-del-vivir-viviendo-el-debate-pendiente/

Es una crítica al Gobierno de alguien del PSUV, con lo cual resulta bastante interesante,

Saludos