El tiempo pasa y bien gracias

Llegó septiembre y el tan esperado ajuste económico brilla por su ausencia, lo poco que pudo hacer Rafael Ramírez fue mover la “opinión pública”, más allá de eso poco pudo hacer. Se encontró con un muro de contención dentro del partido que no le permitió avanzar en su propuesta, esto se evidencia en el cambio de opinión que la banca de inversión internacional ha tenido respecto a las medidas económicas que aplicaría el gobierno.
Todo indica que al gobierno no le interesa resolver el problema económico, su prioridad es mantenerse en el poder y para eso hará todo lo que esté a su alcance. Creen que tienen margen de maniobra para soportar lo que vive el país y salir airosos, cada vez es más fuerte el rumor de esperar hasta las elecciones parlamentarias para aplicar las medidas, lo que sería peor para la ciudadanía, al menos que decidan adelantar las elecciones y recorten el tiempo de espera para poner en marcha lo poco que esperan hacer en materia económica.
El país vive días realmente complicados, la economía está paralizada y en el gobierno no enfrentan la situación responsablemente. Los anuncios del ejecutivo no son creíbles, principalmente porque no se concretan y eso es fatal para que los planes se desarrollen satisfactoriamente. Lo de la unificación cambiaria ya es una anécdota y lo del precio de la gasolina parece llevar el mismo camino. Lo que se ha fortalecido es la visión reguladora de la economía, cada vez hay mayores controles y no existe indicio alguno al día de hoy que esto pueda cambiar. El nombramiento de Andrés Eloy Méndez en la Superintendencia de precios y el tono de sus declaraciones así lo demuestran.
Las regulaciones de precios permiten que la gente tenga una visión respecto a la noción de “precio justo” diferente a la que el gobierno intentó posicionar. El desabastecimiento ha permitido que los controles de precios sean absolutamente absurdos y la gente ancle en su mente un “precio justo” mayor a lo que el gobierno ha establecido, eso se evidencia cuando alguien compra un bulto de harina de maíz en un precio que puede ser hasta diez (10) veces mayor al establecido por el gobierno y te dicen: “si te pones a ver esta bien, cada paquete te sale en tanto…porque el precio regulado ese es una locura, ¿Qué puede costar eso hoy en día en este país?”.
Lo anterior es un simple ejemplo, finalmente buena parte de la población se ha acostumbrado a comprar a precios mayores a los estipulados por el gobierno porque el desabastecimiento no permite que los productos se consigan. Producir en este país se ha convertido en un calvario y como el gobierno lo resuelve todo con dinero, la solución ha sido importar lo que se necesite.

Hace poco le escuche a un colega de la UCV comentar que el chavismo se convirtió en un modelo de negocios y eso es lo que queda de aquel proyecto en el cual mucha gente creyó. Las últimas acciones indican en efecto que esto es así, no existe al día de hoy, iniciativa gubernamental en el ámbito económico que esté diseñada para resolver los verdaderos problemas que atraviesa la economía. En este sentido, soy poco optimista respecto a las decisiones del gobierno en esta materia, el tiempo pasa y no hacen nada, todo bien gracias….

1 comentarios:

Luis dijo...

Hace siete años usted decía "Hoy más que nunca la sociedad Venezolana vive una encrucijada" ( "socialismo venezolano"; 2007) Seguramente estaba en lo cierto pero cuando esta se alarga durante tantos años (la de hoy es entre un comunismo a lo Ceaucescu en Rumanía como parece aparentar querer el gobierno o ir desmontando la revolución como indica el sentido común), encrucijada se convierte entonces en un eufemismo. Habría que decir más bien confusión total o algo mucho peor.

La planificación soviética o la hiperinflación eran cosas que aparecían solo en los libros pero ahora los interesados en la economía podemos "experimentar" ese tipo de cosas en vivo y en directo gracias a internet y a su gobierno. Una cosa es leer las cifras en los periódicos y en los libros y otra que te las televisen en directo. Son impagables por ejemplo los delirantes reportajes de Venezolana de Televisión sobre la lucha contra los precios injustos (si hay precios justos, los injustos se crean por sí solos) que solo existen en su país. Si me permite la broma (la situación subyacente es muy dolorosa para todos y me solidarizo con ustedes. No quisiera trivializar demasiado algo que provoca tanto sufrimiento) solo hecho en falta en Venezuela una burbuja de los tulipanes como la del siglo XVIII en Holanda o algún delirio de ese tipo para así tener a la vista todos los fenómenos más retorcidos y distorsionados que pueda dar la economía.

Por lo demás, ánimo y buena suerte en el futuro. Teniendo en cuenta la realidad sociológica que está en la base de lo que ocurre en su país y de la que usted es plenamente consciente por lo que puedo leer en su blog, me temo que las cosas mejorarán porque la destrucción del chavismo no puede durar eternamente pero lo harán más bien poco.