Hace
aproximadamente dos meses y medio llegó mercancía a una famosa cadena europea de ropa
que es de las preferidas de la clase media y no tan media del país. Comprar ahí
era un lujo cuando la cadena llegó al país, sin embargo, con el desarrollo de
la revolución y el festín económico mucha gente adquiría algo de esa tienda a
pesar de no tener un nivel económico elevado. Eso sí, buena parte de la clase
media revolucionaria (cualquier cosa que eso signifique) religiosamente se
vestía con ropa de esa marca.
Las
tiendas de la cadena la estaban pasando realmente mal, este año ha sido
prácticamente nulo para ellos, pasar por sus locales era un pesar, imagínense “ya no se puede comprar ni ropa”
exclamaba la mayoría de la gente, pero eso se acabo, pues llegó la mercancía y
nada: hay que ir a hacer la cola y en
efecto así ha sucedido, colas interminables de gente para ver que pueden
comprar, eso sí: seis piezas máximo por persona para no terminar con la
tradición de la harina o el aceite en el supermercado.
Por otra
parte, el país tiene una realidad que contrasta completamente con las colas
para comprar “ropa de marca” y es que
hay escasez de medicamentos, algo que a todas luces parecería más importante y
trascendental que la escasez de ropa siempre y cuando estés enfermo, de lo
contrario posiblemente no se perciba esa sutil diferencia. Este cuadro bananero
y revolucionario de conseguir “ropa de
marca” y no conseguir medicamentos se debe entre otras cosas al tema
cambiario pero más específicamente a la prioridad que se le otorga a la
asignación de divisas, es decir, ¿qué puede explicar la entrega de divisas para
importar textiles y no medicamentos?, los dólares preferenciales (Sicad I) que
le entregaron a la cadena de ropa para surtir sus tiendas,¿se los asignaron
cuando?, ¿Cuándo fue la última vez que le dieron divisas a los laboratorios y
demás componentes de la cadenas de comercialización de ese sector para importar
o producir medicinas?
Si se
establecen prioridades cuesta entender como ocurren esas cosas en la actual
coyuntura que atraviesa el país. Yo quisiera entender que el retraso en el
otorgamiento de divisas es tan severo que lo que se le entregó a las tiendas de
ropa es una orden de hace mucho tiempo y que como estaba pendiente la
liquidaron, sin embargo, todavía se mantiene la duda ¿y para medicamentos no
hay?
Al ver las
colas para entrar en las tiendas, me surgió la duda ¿esta es la misma gente que
se queja cuando va al supermercado porque la cola es muy larga? De ser así, ¿que
permite que hagan una cola para comprar ropa con más gusto que para comprar
comida?, más allá de la explicación que surge de los incentivos generados por
el tipo de cambio al que fue adquirida esa mercancía, ¿no será que merecemos el
gobierno que tenemos? ó las colas para comprar ropas se explican como un
espacio para relajamiento ante tanto agobio al que nos somete “esta dictadura que terminará acabando con lo
poco que nos queda”. El gobierno hace su trabajo, genera dosis de anestesia
para todos los sectores, el cuestionamiento es que estos se dejen anestesiar,
ese es el verdadero drama del asunto. Esa ha sido la historia de la clase media
con este gobierno y así seguirá siendo mientras haya dinero en este país.
Como
comentaba en las redes sociales un grupo de opinión política y económica
denominado Caracas Chronicles (@caracaschron): “los subsidios a Zara son una especie de Dakazo II”, la pregunta es
¿será suficiente esta vez?, fíjense que de electrodomésticos a ropa hay una
diferencia bastante grande, parecería tener menor impacto. Por lo pronto como
este mismo grupo mencionó en sus ideas sobre el tema: “Zara, socialismo o
muerte”, pagaremos y compraremos, hasta las rebajas siempre…..
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