Mi artículo a propósito del las elecciones primarias:
Para nadie es un secreto que la noticia de la semana pasada en todos los ámbitos del país fue el triunfo de Henrique Capriles Radonsky en las “Primarias de la Unidad”, algo que se veía venir desde hace algún tiempo se concretó con un sólido triunfo y la asistencia de más de 3 millones de venezolanos al evento electoral de la oposición venezolana.
Elegido el candidato, los mercados no tardaron en reaccionar favorablemente y esto se corrobora con el comportamiento de los bonos venezolanos que amanecieron al alza justo al día siguiente de la elección, confirmando que el mercado ve con buenos ojos la candidatura unitaria de la oposición y más la de Henrique Capriles cuyo triunfo fue inobjetable. Otro elemento que ayudó al buen desenvolvimiento de los bonos venezolanos la semana pasada fue la concurrencia a las elecciones primarias, poca gente (incluyéndome) apostaba por una asistencia de tal magnitud, el número de votantes corrobora que un sector de la población venezolana, en efecto, quiere cambios y que el Comandante Presidente no las tendrá tan fácil el 7 de octubre, esto quiere decir que el candidato de la revolución es derrotable y eso el mercado lo valora positivamente.
La elección del candidato opositor supone una buena noticia para los mercados internacionales pero no quiere decir esto que los bonos venezolanos tendrán un comportamiento al alza hasta la fecha de la elección, este fue un comportamiento puntal, para saber qué pasará hasta el 7 de octubre debemos esperar el desarrollo de la campaña electoral que sin duda alguna será la más cara y la más inteligente de nuestra historia democrática, tal como mencionaba un compañero de trabajo en días recientes.
Que el mercado haya reaccionado favorablemente supone una buena noticia si en efecto, el candidato opositor logra ganar las elecciones presidenciales, pues, ya no estaríamos hablando de un candidato a la presidencia sino de un nuevo presidente, cosa que cambiaría por completo el panorama político y económica del nuestro país.
Un nuevo presidente les daría más confianza a los mercados internacionales de invertir en Venezuela, palabra clave para el sano desenvolvimiento de una economía moderna, sin confianza, no se puede llegar a ningún lado porque no generas reputación y eso en los mercados se paga.
El escenario hasta octubre será complicado, el país entero se volcará a una campaña que será muy ruda porque lo que está en juego no es cualquier cosa, son muchos los intereses de lado y lado. En los 12 meses que están por venir en términos económicos y políticos puede pasar cualquier cosa, nada es descartable, cada bando jugará con sus mejores armas, sean lícitas o no. Es posible que en materia económica se tomen decisiones que en el corto plazo parecerían funcionar pero en el largo plazo no necesariamente eso ocurra. En este sentido es importante recordar que esto no termina el 7 de octubre, allí es cuando apenas comienza porque si el candidato opositor llegara a ganar las elecciones restarían 4 meses que podrían ser los más duros de todo este periplo, así que prepárense no para 7 meses, háganlo para 1 año.
Mientras tanto la economía estará allí, dando tumbos, esperando que se ocupen de ella. Por lo pronto, la elección del candidato opositor es un “respirito”, sin embargo, en los próximos meses podrían venir decisiones que no sean positivas para la economía. Ese es el dilema que se le plantea al gobierno para esta campaña electoral: ¿profundizamos la revolución o lo dejamos para después de octubre?. Resolver está disyuntiva le permitirá al gobierno enfocar su campaña desde el punto de vista económico, permanezcan atentos que todavía no ha terminado el primer round y recuerden que son 12.
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