Mi artículo de la semana pasada:
El título de esta semana es para muchos, la pregunta de las 40 mil lochas, pues, con una situación económica adversa para muchos y un año electoral en el camino, la pregunta es completa y absolutamente válida. En este sentido, es importante destacar que las perspectivas económicas del próximo año son, en términos generales, positivas.
Para el próximo año, el “consenso de mercado” establece que la economía crecerá en torno al 4 - 4,5% (posiblemente un poco menos), impulsado principalmente por una expansión fiscal importante. Esto quiere decir que saldrá dinero a la calle y mucho, lo que permite pensar que comercialmente será un año importante para muchos actores del sector. En este sentido, se espera que el año 2012 sea mejor que los últimos 2 años.
En términos inflacionarios, será muy probablemente, mayor a la de este año, precisamente por esa expansión fiscal que impulsará el crecimiento económico. Desde el gobierno anuncian que será de 22%, mientras que diferentes reportes internacionales señalan que la inflación será superior al 30%.
Respecto al tipo de cambio, los economistas estamos de acuerdo que una devaluación es necesaria, pero no hay consenso respecto a la fecha. Así, los analistas tienen opiniones divididas: los que esperan una devaluación para este año y los que no. Los que la esperan, algunos hablan que será antes de las elecciones presidenciales. Lo si queda claro es que la devaluación está a la vuelta de la esquina, solo que, por un tema de campaña electoral, es decir, político, no hay una fecha cierta respecto a cuando se anunciará. En este sentido, las emisiones de bonos postergan la devaluación, mas no la evitan, citando al Dr. Ángel García Banchs.
En términos generales, se puede decir que el próximo año en materia económica será “bueno”, a pesar de todas las críticas que se puedan hacer. Recuerden que será un año electoral y eso condiciona todo el panorama económico. Será básicamente un año de “buenos negocios” para quien tenga un pequeño capital, las comisiones y los negocios para la campaña estarán a la orden del día y mucha gente agarrará cola en ese autobús. Por supuesto, que este no es un “modelo económico” viable, ni mucho menos, pero el 2012 se plantea así, como un año para hacer negocios relacionados a las diferentes campañas electroales.
Es importante destacar que la expansión económica será producto de una mayor dinámica en el sector público y eso permite afirmar que a pesar de ser un buen año, 2012 no será la pauta a seguir para los próximos años, debido principalmente a que el sector privado podría seguir presentando problemas y así es muy complicado que una economía funcione.
El gobierno tiene en sus manos un dilema importante y es la aplicación de la ley de costos y precios justos. Por una parte, podría seguir y aplicarla, lo que traería desabastecimiento y de cara a la campaña presidencial podría perjudicarle. El otro escenario es congelarla para después de las elecciones y permitir que el mercado esté abastecido dentro de lo que se pueda y pagar el costo de ese abastecimiento con un poco más de inflación. El segundo escenario parecería el conveniente para el gobierno, pero solo ellos saben lo que harán.
El próximo año se presenta, desde el punto de vista político, como el más importante de los últimos 10 años y desde el gobierno estarán dispuestos a lo que sea para ganar las elecciones presidenciales, lo que está en juego para ellos no es cualquier cosa, así que, como se están jugando a “Rosa Linda”, cualquier cosa se puede esperar. En un país con una situación tan peculiar como el nuestro, se trata de ver el vaso medio lleno o medio vacío, de allí parte todo y para muchos el próximo año, el vaso estará medio lleno, lamentablemente para otros, medio vacío.
Para el próximo año, el “consenso de mercado” establece que la economía crecerá en torno al 4 - 4,5% (posiblemente un poco menos), impulsado principalmente por una expansión fiscal importante. Esto quiere decir que saldrá dinero a la calle y mucho, lo que permite pensar que comercialmente será un año importante para muchos actores del sector. En este sentido, se espera que el año 2012 sea mejor que los últimos 2 años.
En términos inflacionarios, será muy probablemente, mayor a la de este año, precisamente por esa expansión fiscal que impulsará el crecimiento económico. Desde el gobierno anuncian que será de 22%, mientras que diferentes reportes internacionales señalan que la inflación será superior al 30%.
Respecto al tipo de cambio, los economistas estamos de acuerdo que una devaluación es necesaria, pero no hay consenso respecto a la fecha. Así, los analistas tienen opiniones divididas: los que esperan una devaluación para este año y los que no. Los que la esperan, algunos hablan que será antes de las elecciones presidenciales. Lo si queda claro es que la devaluación está a la vuelta de la esquina, solo que, por un tema de campaña electoral, es decir, político, no hay una fecha cierta respecto a cuando se anunciará. En este sentido, las emisiones de bonos postergan la devaluación, mas no la evitan, citando al Dr. Ángel García Banchs.
En términos generales, se puede decir que el próximo año en materia económica será “bueno”, a pesar de todas las críticas que se puedan hacer. Recuerden que será un año electoral y eso condiciona todo el panorama económico. Será básicamente un año de “buenos negocios” para quien tenga un pequeño capital, las comisiones y los negocios para la campaña estarán a la orden del día y mucha gente agarrará cola en ese autobús. Por supuesto, que este no es un “modelo económico” viable, ni mucho menos, pero el 2012 se plantea así, como un año para hacer negocios relacionados a las diferentes campañas electroales.
Es importante destacar que la expansión económica será producto de una mayor dinámica en el sector público y eso permite afirmar que a pesar de ser un buen año, 2012 no será la pauta a seguir para los próximos años, debido principalmente a que el sector privado podría seguir presentando problemas y así es muy complicado que una economía funcione.
El gobierno tiene en sus manos un dilema importante y es la aplicación de la ley de costos y precios justos. Por una parte, podría seguir y aplicarla, lo que traería desabastecimiento y de cara a la campaña presidencial podría perjudicarle. El otro escenario es congelarla para después de las elecciones y permitir que el mercado esté abastecido dentro de lo que se pueda y pagar el costo de ese abastecimiento con un poco más de inflación. El segundo escenario parecería el conveniente para el gobierno, pero solo ellos saben lo que harán.
El próximo año se presenta, desde el punto de vista político, como el más importante de los últimos 10 años y desde el gobierno estarán dispuestos a lo que sea para ganar las elecciones presidenciales, lo que está en juego para ellos no es cualquier cosa, así que, como se están jugando a “Rosa Linda”, cualquier cosa se puede esperar. En un país con una situación tan peculiar como el nuestro, se trata de ver el vaso medio lleno o medio vacío, de allí parte todo y para muchos el próximo año, el vaso estará medio lleno, lamentablemente para otros, medio vacío.
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