Venezuela ocupa el puesto
177 entre 183 economías en lo referente a las facilidades para hacer negocios
en el mundo, es decir, las regulaciones existentes que permiten abrir una
empresa en el menor tiempo posible. Respecto al año anterior desmejoró dos (2)
posiciones. Para establecer formalmente una empresa en el país, se necesitan
141 días, mucho más que los necesarios en Nueva Zelanda (1), Georgia (2) y Hong
Kong (3).En Chad y Etiopía se necesitan menos días para formalizar una empresa,
(9) y (66) respectivamente.
Nuestro país ocupa el lugar
174 entre 184 economías respecto a la libertad económica de los países,
superando solo a Eritrea, Libia, Cuba, Zimbabue y Corea del Norte. Venezuela es
catalogada como una economía reprimida y países como Costa de Marfil, Gabon,
Honduras, Siria, Tonga y Uganda, por mencionar unos pocos, tienen mayor
libertad económica que nosotros. No en vano en estos países formalizar una empresa
tarda menos días que aquí (Siria no forma parte de la muestra para el índice
facilidades para hacer negocios)
En los indicadores de
gobernabilidad mundial, en lo referente a la “calidad regulatoria”, Venezuela
solo supera a ocho (8) países: Corea del Norte, Eritrea, Irán, Myanmar, R.D del
Congo, Somalia, Turkmenistan y Zimbabue. Un dato interesante es que Cuba
obtiene mejor resultado que Venezuela. En el índice de “efectividad
gubernamental”, el 85% de los países de la muestra obtiene mejor resultados que
nosotros.
En el índice de percepción
de la corrupción ocupamos el puesto 172 entre 183 economías, superando solo a
Haití, Irak, Sudan, Turkmenistan, Uzbekistan, Afghanistan, Myanmar, Corea de
Norte y Somalia. Cualquier otro país que se le venga a la mente presenta menores
niveles de corrupción que el nuestro. Un dato curioso es que la percepción de
la corrupción en el país ha empeorado después de la implementación de la ley
contra la corrupción en el año 2003.A todas luces una gran contradicción.
La inversión extranjera
directa se encuentra en mínimos históricos y para el año 2010 los flujos de
inversión presentaron niveles similares a Barbados, Belize, Dominica, El
Salvador, Grenada y las otras islas del Caribe, mientras que Argentina,
Colombia y Perú presentan niveles entre
5 y 9,9 billones de dólares.
Como se puede observar la
situación económica e institucional del país deja mucho que desear, por más que
se intente buscar un buen resultado, es poco lo que se puede hacer. Hoy
Venezuela presenta el mayor retroceso de país alguno en América latina en
materia económica e institucional. La ilusión monetaria que existe por la
cantidad de dinero que en la calle es dañina para la sociedad, el modelo es
insostenible y a pesar que en este país se hace dinero muy rápido y de manera
fácil, esto no ayuda a garantizar la estabilidad económica y mucho menos la
institucional. Hoy más que nunca nuestra economía presenta distorsiones y
asimetrías nunca antes vistas y eso, por más que sea llover sobre mojado, es
doloroso.
No deja de ser una
irresponsabilidad suprema que la única fuente de ingreso considerable en
nuestro país sea el petróleo y aprovecharse de esa coyuntura para generar un
modelo importador que beneficia a unos pocos, consolidando las ya existentes
instituciones extractivas que han hecho de nuestro país una sociedad desigual.
Urge un cambio de visión en
lo económico y en lo institucional, más allá de los resultados electorales es
necesario entender la realidad de nuestro país y detenerse a pensar que por la
vía que vamos no llegaremos a donde creemos, por el contrario, podría ser mucho
peor y con consecuencias nefastas en el largo plazo. Lamentablemente nuestro
país lo tiene todo, sin embargo, ha sido dirigido de una manera errática. De
ser un país con oportunidades de desarrollo nos hemos convertido en una “hacienda”
que dirige un “capataz” con mucho dinero a la que todo el mundo viene a buscar
su parte y así no se llega a ningún lado.
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