Para quien lo ha leído mi artículo del lunes pasado, aquí lo tienen:
La semana pasada 26 economistas de diferentes universidades del país suscribimos un comunicado titulado “Crisis económica y gobierno ineficaz: Una ideología costosa”, en el cual se presentó una perspectiva de la economía venezolana y de los costos que asumiremos los venezolanos si definitivamente no se cambia el rumbo en esta materia.
En el documento señalamos que el país vive una profunda crisis económica debido a la contracción del PIB y una alta inflación. En este sentido existe un problema que no se debe a la coyuntura de la economía internacional, es un problema nuestro, de cómo se están haciendo las cosas en materia de política económica. El mejor ejemplo de ello es que con precios del petróleo favorables la economía no crecerá y en días de baja inflación en el mundo, Venezuela exhibe la más alta del continente y posiblemente la más alta del mundo a finales de año.
El “modelo económico” del actual gobierno presenta un problema y es la ineficiencia y la corrupción, factores importantes para explicar la caída de la eficacia y el potencial de producción de la economía nacional en el ámbito público, es decir, en las empresas del Estado. La experiencia del gobierno en esa materia demuestra que sin una estructura institucional adecuada el sector público poco tiene que decir en materia económica. El caso de las empresas básicas en Guayana es el más emblemático de todos. Hay que decirlo sin complejos: este gobierno no presenta ninguna experiencia exitosa en materia económica, es decir, su política económica es catastrófica por decir lo menos.
Ante un cuadro desolador como este, vale la pena preguntarse ¿hay soluciones para los problemas económicos venezolanos?, la respuesta es SI, siempre y cuando se rectifique, se cambie de rumbo, de lo contrario, afirmamos en el comunicado “no se puede esperar una recuperación económica sólida”. Es urgente generar nuevas condiciones para que la economía pueda recuperarse y esto pasa por redefinir el rol de sector público en la economía y la de este gobierno en particular. Es importantísimo generar una estructura institucional que permita ejecutar políticas públicas adecuadas, óptimas y de verdadero impacto social, del asistencialismo no se puede vivir para siempre por más petróleo que tengamos.
Lamentablemente la economía venezolana es más dependiente hoy del petróleo que en años anteriores, eso quiere decir, que con el tradicional populismo de nuestros dirigentes no llegaremos a ningún lado, es VITAL, cambiar las relaciones del ciudadano con el Estado. Es inadmisible que el costo que se tenga que pagar para tener “mejor calidad de vida” a través del gobierno sea convertirse en un rehén político, sencillamente eso no conduce a nada.
Mientras las decisiones económicas en el país sigan basadas en criterios politiqueros –partidistas, es decir, sólo distribuir y no producir para generar riqueza este cuento (tal vez pesadilla) nunca acabará. Entender que el modelo económico y social del actual gobierno es inviable y peligroso, sería un primer paso para que las cosas cambien. Es necesario tanto que los dirigentes políticos como la ciudadanía entiendan que la ruta hacia el desarrollo transformador del país no es precisamente la que intenta trazar el actual gobierno con su particular forma de ver la economía. La discusión está en el tapete, los invito entonces a debatir y reflexionar sobre el rumbo de nuestra economía y nuestro país, las puertas de la escuela de economía de la Universidad de Carabobo están abiertas y la invitación es PARA TODOS.
En el documento señalamos que el país vive una profunda crisis económica debido a la contracción del PIB y una alta inflación. En este sentido existe un problema que no se debe a la coyuntura de la economía internacional, es un problema nuestro, de cómo se están haciendo las cosas en materia de política económica. El mejor ejemplo de ello es que con precios del petróleo favorables la economía no crecerá y en días de baja inflación en el mundo, Venezuela exhibe la más alta del continente y posiblemente la más alta del mundo a finales de año.
El “modelo económico” del actual gobierno presenta un problema y es la ineficiencia y la corrupción, factores importantes para explicar la caída de la eficacia y el potencial de producción de la economía nacional en el ámbito público, es decir, en las empresas del Estado. La experiencia del gobierno en esa materia demuestra que sin una estructura institucional adecuada el sector público poco tiene que decir en materia económica. El caso de las empresas básicas en Guayana es el más emblemático de todos. Hay que decirlo sin complejos: este gobierno no presenta ninguna experiencia exitosa en materia económica, es decir, su política económica es catastrófica por decir lo menos.
Ante un cuadro desolador como este, vale la pena preguntarse ¿hay soluciones para los problemas económicos venezolanos?, la respuesta es SI, siempre y cuando se rectifique, se cambie de rumbo, de lo contrario, afirmamos en el comunicado “no se puede esperar una recuperación económica sólida”. Es urgente generar nuevas condiciones para que la economía pueda recuperarse y esto pasa por redefinir el rol de sector público en la economía y la de este gobierno en particular. Es importantísimo generar una estructura institucional que permita ejecutar políticas públicas adecuadas, óptimas y de verdadero impacto social, del asistencialismo no se puede vivir para siempre por más petróleo que tengamos.
Lamentablemente la economía venezolana es más dependiente hoy del petróleo que en años anteriores, eso quiere decir, que con el tradicional populismo de nuestros dirigentes no llegaremos a ningún lado, es VITAL, cambiar las relaciones del ciudadano con el Estado. Es inadmisible que el costo que se tenga que pagar para tener “mejor calidad de vida” a través del gobierno sea convertirse en un rehén político, sencillamente eso no conduce a nada.
Mientras las decisiones económicas en el país sigan basadas en criterios politiqueros –partidistas, es decir, sólo distribuir y no producir para generar riqueza este cuento (tal vez pesadilla) nunca acabará. Entender que el modelo económico y social del actual gobierno es inviable y peligroso, sería un primer paso para que las cosas cambien. Es necesario tanto que los dirigentes políticos como la ciudadanía entiendan que la ruta hacia el desarrollo transformador del país no es precisamente la que intenta trazar el actual gobierno con su particular forma de ver la economía. La discusión está en el tapete, los invito entonces a debatir y reflexionar sobre el rumbo de nuestra economía y nuestro país, las puertas de la escuela de economía de la Universidad de Carabobo están abiertas y la invitación es PARA TODOS.
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