SUCOPRE

Mi artículo de hoy lunes en el diario Notitarde. Los gobiernos venezolanos tropiezan con la misma piedra y no aprenden la lección:

Desde el Ejecutivo Nacional se impulsa la idea de crear la Superintendencia de Costos y Precios, que terminaría siendo un organismo que regularía los costos y los beneficios de los empresarios. Desde el gobierno le dirían a los empresarios cuales serían sus costos y por ende su margen de beneficio, si, tal cual como lo leen. Podrán utilizar cualquier eufemismo, pero eso es lo que pretenderán hacer. Es importante destacar que en Venezuela hay un antecedente al respecto y es la Comisión Nacional de Costos, Precios y Salarios (CONACOPRESA) que funcionó en los gobierno de Luis Herrera Campins (finales) y Jaime Lusinchi, casi nada, cuartorepublicanismo puro y duro.
Durante el gobierno de Lusinchi la comisión tuvo un papel más destacado y se asocia (si mal no recuerdo) a la figura de Luis Raúl Matos Azócar quien fue su impulsor en dicho gobierno. Como pueden darse cuenta, la idea no es para nada innovadora y refleja lo que mucha gente piensa desde hace tiempo: se siguen haciendo las mismas prácticas del pasado, lo que hacen es cambiar los nombres de las cosas y ya. La diferencia es que la situación económica en la actualidad es un poco menos preocupante a la del gobierno de Lusinchi. Al menos que el gobierno lo oculte y nosotros no sepamos nada, la pregunta es: ¿Qué justificaría la creación de un órgano regulador como la Superintendencia de Costos y Precios?
Con la creación de la SUCOPRE (vamos a ver si la pego y le colocan ese nombre) surgen 2 problemas adicionales: la regulación en sí misma, es decir, ¿cómo calcularán los costos y beneficios de las empresas?, más allá, ¿Por qué hacerlo? Los rusos tenían una gran experiencia en eso, calculando precios en el Ministerio de Planificación, creían tener todo bajo control y todos saben lo que ocurrió. ¿Por qué aquí sería diferente? El otro problema asociado a este tipo de políticas es el incentivo perverso que genera. En el gobierno -principalmente el Dr. Giordani- no quieren entender que mientras más regulaciones apliquen a la economía y estas no sean óptimas, las distorsiones serán peores a las existentes antes de la regulación, en pocas palabras: será peor el remedio que la enfermedad. Con un ambiente institucional tan deteriorado como el venezolano, cualquier intento de este tipo está condenado al fracaso. RECADI, OTAC, CADIVI y CONACOPRESA son ejemplos que están a la vista.
De dónde saca el Comandante-Presidente que no se justifican ganancias superiores al 20%. ¿Qué criterio técnico usa?, ¿donde están los cálculos para afirmarlo?, ¿posee él más información que el mercado para asumir semejante posición?, si es así, entonces la gente podría preguntar: ¿Cuánto es el margen de ganancia del negocio petrolero?, es decir, ¿cuánto cuesta producir un barril de petróleo y en cuanto se vende en el mercado internacional?, ¿Existe entonces una contradicción o es un doble discurso?
Pensar que la inflación disminuirá con la creación de un organismo regulador es una idea infantil y demuestra lo primitivo que este gobierno es en materia económica. No hay razones para pensar que este nuevo experimento para “controlar” la inflación funcionará. Los rumores señalan que al Dr. Giordani le gusta la propuesta que implementó Matos Azócar en su momento, lo invitaría a que le consulte al Ex Ministro ¿qué piensa de una reedición de CONACOPRESA en los albores del siglo XXI?
Definitivamente, la visión del gobierno en materia económica no es la adecuada para la realidad que se vive. La economía mundial va por un lado y el gobierno va por otro, no es cuestión de seguir a los demás porque es lo que está de moda, es que si no entiendes el juego que se plantea en el tablero económico internacional, quedas fuera de la jugada por más petróleo que tengas. Alguien opina lo contrario?, lo invito a debatir. Las puertas de la escuela de economía de la UC están abiertas.

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