Semblanza de Jeffrey Sachs

Del último número de la revista Finanzas y Desarrollo

¿Es bueno hacer regalos de Navidad?

¿Qué nos enseña el mes de nacimiento de los futbolistas sobre el sistema educativo?

¿Por qué han ganado el Nobel Shapley y Roth?

Mientras más tarden será peor…


Terminó el año y como era de esperarse (a pesar de los rumores) no se tomó ninguna medida en materia económica. La semana pasada escribí que no era de extrañar que anunciaran el ajuste cambiario, lo cual evidentemente no ocurrió. Lo que queda es esperar hasta que lo ejecuten. La situación política indica que las medidas económicas deben postergarse, sin embargo, la situación económica indica que deben tomarse cuanto antes.
Ante toda esta incertidumbre que existe no queda más que esperar y estar atentos. Mientras más tarden los anuncios peor será para la ciudadanía, pues, la situación empeoraría y el deterioro se agudizaría. Desde el gobierno hay dos razones importantes para prolongar el ajuste económico: la política que ya se comentó la semana pasada y por otra parte, el efecto que en la población causará la ejecución de medidas que como he dicho en reiteradas ocasiones, son impopulares. Al gobierno se le presenta un dilema, falta ver como intentará resolverlo.
En economía se usa una conocida frase para explicar que todo tiene un costo: “no hay nada como un almuerzo gratis” y cualquiera que sea el ajuste que ejecuten desde el gobierno tendrán que pagarlo. Difícilmente la situación económica de este año pase por debajo de la mesa. Los ajustes son necesarios y llegará un momento en el cual no podrán evitarlo. Lo ideal sería que el gobierno no llegará a una situación en la cual ya no tenga margen de maniobra y se vea forzado a ejecutar ciertas medidas, podría ser peor.
La consecuencia inmediata en materia económica de la situación política actual es la incertidumbre. El país entero está a la expectativa de lo que pase el 10 de enero con la toma de posesión del Presidente electo. Hay una parálisis colectiva que involucra a la economía y no queda claro que después de esa fecha la situación mejore. Lo mejor que puede hacer el gobierno es anunciar las medidas económicas y explicar que ocurrirá con el mercado cambiario. En la medida que esto no ocurra, los costos que tendrán que pagar los ciudadanos por las medidas económicas serán mayores.
En una situación de incertidumbre política y económica la pregunta clave es ¿podrá la economía seguir soportando este maltrato?, es decir, ¿qué margen de maniobra tiene el gobierno para “correr la arruga” y hacer creer que no pasa nada porque la economía creció 5% el año pasado?. Algunos analistas creen que hay holgura para postergar el ajuste, pues, suponen que todavía el gobierno cuenta con ingresos suficientes. Esta es la visión optimista, sin embargo, saben que esa “holgura” no es la misma de años anteriores y en algún momento la realidad  se impondrá y actuarán en consecuencia.
El gobierno podría tener un severo problema inflacionario este año si no atiende con diligencia el tema cambiario. Quedo demostrado con la inflación acumulada del último trimestre que el mercado cambiario impacta la inflación de manera considerable. No basta con subsidiar alimentos para los sectores más necesitados, esto es un “pañito caliente” que no resolverá el problema de fondo: la reestructuración de la política cambiaria.
Otra consideración importante es la magnitud del ajuste. Por ejemplo, el gobierno puede devaluar pero eso no significa que lo haga al nivel que requiere la economía. Esto sería otro “pañito caliente” para la población. Lo cierto del caso es que el gobierno tiene una “papa caliente” en las manos con el tema económico, esperemos que lo manejen adecuadamente (algo poco probable). Mientras más rápido lo hagan la economía responderá de mejor manera, para luego es tarde, sin embargo, la política parece marcar la agenda. Amanecerá y veremos.

¿Qué esperar para 2013?

Siendo hoy el último día del año, me gustaría presentar mis apreciaciones sobre lo que creo podría ocurrir en materia económica para el próximo año. Nuestros gobiernos llevan al menos treinta (30) años de pésima gestión económica. Año tras año se plantean escenarios poco alentadores y la verdad es que el país no se ha acabado, muchos intentos de acabarlo si, pero ahí sigue.
Nuestra economía posiblemente sea la de peor desempeño en el mundo occidental durante las últimas tres (3) décadas. La historia reciente de nuestro país es ejemplo en el mundo de todo lo que no se debe hacer en materia económica, ningún gobierno se salva.
Desde mi perspectiva la economía el próximo año presentará ciertas debilidades a pesar de presentar ingresos petroleros estables por el orden de cien (100) dólares el barril. Esto quiere decir que ese nivel de precios es insuficiente para nuestro gobierno, algo paradójico cuando vemos que en años recientes la economía creció a tasas mayores con un nivel de precios menor. La principal debilidad que ha de manifestarse en 2013 será la política cambiaria. Urge un ajuste cambiario y en el gobierno no deciden que hacer, al momento de escribir estas líneas se espera que la devaluación sea anunciada en pocos días, con lo cual no debe extrañar si cuando usted lea estas líneas ya se haya anunciado. Postergar la devaluación es la peor decisión que el gobierno puede tomar pero debemos recordar que existe la posibilidad de una nueva elección presidencial y asumir el ajuste económico pasa por sopesar el impacto de medidas impopulares en una posible campaña electoral.
Es importante entender que cualquier decisión económica que tome el gobierno será mala para su bolsillo. Al devaluar, se generaría más inflación y una suba de impuestos, encarecería los productos. Esto sin contar el impacto en términos de escasez que generaría profundizar la regulación de precios. Un escenario de ajuste económico con regulación de precios sirve de receta para un coctel que no sabemos cómo nos caerá, es decir, sabemos que nos caerá mal pero no sabemos qué tan mal y eso no es muy agradable. Muchos se preguntarán ¿por qué si nos caerá mal el coctel, lo beberemos?, la respuesta es: no hay otro tipo de trago que le puedan ofrecer, es ese o nada y quedarnos como estamos es suicida.
Desde el gobierno harán lo imposible para maquillar las decisiones económicas, intentarán tomar aquellas que aparentemente afecten menos a la población y el punto es precisamente ese: ninguna de las opciones disponibles supone una mejora para el bolsillo de la gente. El primer trimestre del año luce  particularmente complicado, esta época del año siempre lo es, pero de anunciarse las medidas económicas en ese período se sentirán mucho más.
Un país que ha vivido de rumba durante los últimos diez (10) años parecería no estar consciente de lo que en materia económica se debe hacer para que en el mediano plazo las consecuencias no sean peores. El gobierno vivirá el próximo año su primer gran reto económico, quiero decir, su año más difícil. Para ello seguirán recurriendo al fondo chino y cualquier otro tipo de instrumento que permita hacer creer que la fiesta no se acaba todavía, pero eso lo que significa es más deuda para cada uno de los habitantes de este país. El gobierno nos meterá la mano en los bolsillos y no nos daremos cuenta, por la vía que sea pero lo hará. Tendremos una mayor inflación y un menor crecimiento que seguramente se reflejará en una disminución del consumo. La rueda de prensa para presentar los resultados económicos la semana pasada dejó más preguntas que respuestas. No hubo cara de optimismo, por algo será. Espero de todo corazón estar equivocado, sin embargo, los números dicen otra cosa.

¿Qué hacer con la corrupción?

Recientemente se dieron a conocer los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción 2012, estudio realizado desde 1995  por la organización Transparencia Internacional. Esta medida posiblemente sea la mejor aproximación que se tenga para cuantificar y así poder analizar el fenómeno de la corrupción a nivel internacional.

El índice mide la percepción de la corrupción en 176 países que clasifica a los países en una escala del 0 al 100 y mientras más cercano al límite superior se encuentre el país se percibe como más limpio ó menos corrupto. Para este año, Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda clasificaron en el primer lugar como los países “más limpios” de la muestra con un puntaje de 90. En el último lugar se clasificaron Afganistán, Corea del Norte y Somalia con un puntaje de 8.

Como lamentablemente ya es costumbre a Venezuela no le fue bien este año, se clasificó en el puesto 165 con un puntaje de 19.Solo Irak, Turkmenistán, Uzbekistán, Myanmar, Sudan y los tres países clasificados en la última posición, mencionados anteriormente obtuvieron peores resultados que nuestro país. En el contexto Americano, Venezuela clasificó de última entre 32 naciones incluidas en el estudio. Canadá obtuvo la primera posición en la región seguida de Barbados y EEUU.

Durante los últimos años la percepción de la corrupción en nuestro país ha ido empeorando, esto quiere decir que cada año se percibe mayor corrupción en el país. Esto es una contradicción, toda vez que en el año 2003 se promulgó la ley contra la corrupción. Los resultados muestran que después de la entrada en vigencia de esta ley, la corrupción ha empeorado en el país.
La corrupción no es nueva en el país, ha existido desde los inicios de la República, es un tema cultural y económico. Nuestras raíces históricas y legales facilitan los actos de corrupción, esto es, generan incentivos para cometerlos.
La pregunta clave es si la corrupción en Venezuela es un problema de leyes o de cumplimiento de las leyes. Existe una sutil diferencia y es que si tienes una “buena ley” pero no se cumple, no estás haciendo nada. Lo otro es, si la ley es mala, es decir, genera incentivos perversos para comportamientos oportunistas no tiene sentido que se cumpla porque podrías estar cometiendo actos de corrupción sin cometer ilegalidades.Institucionalmente nuestro país vive los peores días de su historia democrática y tal vez los peores de su vida republicana, hacer leyes no necesariamente sea la solución. Hacerlas cumplir posiblemente sea un poco más efectivo.
Una de las leyes claves para entender el tema de la corrupción en cualquier país es la concerniente a las licitaciones públicas. De los incentivos que esta genere y su cumplimiento, dependerá en buena parte que las reglas de contrataciones y negociaciones en el sector público, sean transparentes. Muchas reformas institucionales en países que quieren atacar el tema de la corrupción pasan por revisar a profundidad el mecanismo de incentivos que
está detrás de las licitaciones públicas. Analizar si el actual marco legal en torno a las licitaciones en Venezuela requiere cambios es un primer e importante paso de cara al tema de la corrupción. Para hacerlo se debe tener voluntad política, entre otras cosas, porque cambiar las reglas de juego (en caso de ser necesario) supondría sacar de su zona de confort a los principales beneficiarios del actual marco legal.
Revisar los mecanismos de contrataciones públicas es un primer paso, no el único. Debe quedar claro que este es un tema de incentivos y por eso se convierte en un problema económico. No se trata de ser un pan de Dios o de ser mala gente. Lo que no sabemos es si políticamente existe la voluntad para hacer cambios importantes que permitan generar mejores resultados en materia de corrupción, todo indica que no la hay. Finalmente, los políticos también responden a incentivos y los principales afectados podrían ser ellos.

La inflación de noviembre


El  Banco Central de Venezuela dio a conocer los resultados del Índice Nacional de Precios al Consumidor del mes de noviembre. El resultado fue de 2,3 %, mayor al del mes anterior: 1,7% y superior al de noviembre del año pasado. La variación anualizada se ubica en 18 %,  inferior a la presentada en noviembre de 2011 que fue de 27,6%. En términos acumulados, la inflación para los primeros once (11) meses del año se ubica en 16 %, la más baja para dicho período desde que se calcula el INPC.
De las trece (13) categorías que conforman el INPC, dos (2) mostraron una variación mayor al promedio del mes: alimentos y bebidas no alcohólicas (32%) y bebidas alcohólicas y tabaco (4,9%). El resto de agrupaciones presentan variaciones menores o iguales a la del mes. Por otra parte, cuatro (4) categorias se desaceleraron y nueve (9) registran un comportamiento acelerado. Las que desaceleran son: Alquiler de vivienda (de 1,0% a 0,6%), salud (de 1,2% a 0,9%), servicios de educación (de 3,5% a 0,8%), y servicios de la vivienda (de 0,1% a 0,0%). Las aceleraciones, se observan en: Alimentos y bebidas no alcohólicas (de 2,6% a 3,2%), bebidas alcohólicas y tabaco (de 2,0% a 4,9%), bienes y servicios diversos (de 0,8% a 1,4%), comunicaciones (de 0,2% a 0,5%), esparcimiento y cultura (de 1,1% a 2,3%), equipamiento del hogar (de 1,4% a 2,2%), restaurantes y hoteles (de 1,1% a 1,9%), transporte (de 1,1% a 1,7%) y vestido y calzado (de 0,7% a 2,3%).
Respecto a las ciudades, seis (6) presentan una variación menor al promedio del mes: Caracas (2,0%), Barquisimeto (1,8%), Maracaibo (2,2%) Maracay (2,2%), Mérida (1,9%) y Valencia (2,2%). El resto de ciudades presentan variaciones mayores  al promedio del mes. Dos (2) ciudades mostraron desaceleración respecto al mes anterior: Barquisimeto (de 2,0% a 1,8%) y san Cristóbal (de 2,5% a 2,4%), en el resto de las ciudades los precios se comportaron de manera acelerada respecto al mes de octubre. En términos acumulados, la mayor inflación se registra en Maracay y Maturín con 17,7%, superior a la acumulada a nivel nacional y la ciudad con menor inflación acumulada es Barcelona-Pto.La cruz con 13,9%, menor a la acumulada a nivel nacional.
Por grupos, se tiene que bebidas alcohólicas y tabaco fue el que mayor variación presentó con 4,9%. En términos anualizados y acumulados este grupo presenta la mayor variación con 33,8% y 32% respectivamente, mientras que comunicaciones presenta la menor variación anualizada y acumulada con 3,8% y 3,1% respectivamente.
En cuanto a los vecinos de la región se tiene que en Chile no publican todavía el resultado de la inflación pero esperan cerrar el año en 2,5%. En Colombia fue de -0,14% para noviembre, la anualizada es de 2,77% y la acumulada se ubica en 2,34%.Para Ecuador los resultados arrojan 0,14% en noviembre, 4,77% la anualizada y 4,36% la acumulada. En Perú fue de -0,14 % en octubre, la anualizada en 2,66% y la  acumulada en 2,38%. En Costa Rica fue de 0,81% para el mes en curso y la acumulada alcanza 4,26%.En Bolivia, fue de 0,47% en el mes y la acumulada se ubica a 3,98%.
Como observan, la inflación de Venezuela sigue siendo alta, por más que se ha desacelerado 9% con relación al año pasado seguimos teniendo la mayor variación de precios de la región, después de la Argentina que presenta serias dudas en sus mediciones. La inflación de diciembre seguramente será muy parecida a la de noviembre, falta ver cómo termina de comportarse el movimiento de mercancía en los puertos. Posiblemente cierre el año en torno al 18%, sin duda, una desaceleración importante, sin embargo, no cuenten con el próximo año suceda lo mismo. Con la incertidumbre cambiaria que existe al día de hoy y las posibles soluciones que todavía discuten, difícilmente la inflación disminuya. Si desde el gobierno insisten en correr la arruga con la devaluación, veremos qué tanto impacta el mercado paralelo de divisas al nivel de precios, interesante prueba. Como siempre, los consumidores pagarán los platos rotos.

Barco a la deriva….


Para nadie es un secreto que en la actualidad la situación económica del país es de completa incertidumbre. Cada quien hace de “manager de tribuna” y genera análisis sobre lo que sería el nuevo escenario cambiario. La realidad es que la política cambiaria del gobierno colapso y ellos saben que es así.
Al día de hoy, lo que reflejan los diferentes precios de la economía es incertidumbre y un cambio de expectativas desfavorable a lo que se espera para el próximo año. La diferencia en precios que se observa del mismo producto en diferentes tiendas revela que algo no anda bien. Los comerciantes que desde siempre sabemos compran mercancía a un tipo de cambio que no es el oficial, sacan sus cuentas y tienen sus dudas: vendo hoy?, no vendo hoy y vendo el año que viene que seguramente devaluarán?, compró mercancía hoy?, compró divisas hoy o el año que viene?.
El punto de la adquisición de divisas es lo que genera toda la distorsión que se ha observado en el último mes y medio. Los comerciantes y la gente en general podrá tener la disposición de adquirir divisas, el problema está en que no se consiguen y al hacerse escasas su precio sube. Lo que se vive en el país en materia cambiaria es la consecuencia obligada de una política y un sistema que ya no funciona y es parte del fracaso en materia económica de este gobierno.
Los casos de electrodomésticos, línea blanca, tecnología y repuestos son los mejores ejemplos del fracaso en materia cambiaría del gobierno. La cuenta es sencilla: de no existir el control cambiario o de al menos haberlo flexibilizado, el tipo de cambio real se ubicaría bastante por debajo de los niveles que observamos en días recientes y los productos serán bastante más baratos de lo que son hoy, es decir, con un tipo de cambio más alto que el oficial y apegado mucho más a la realidad económica del país, los precios se comportarían de mejor manera.
Quieran o no, los comerciantes responden a incentivos y en la medida que el control cambiario no les responda sus demandas tendrán que acudir a un mercado completamente distorsionado, que de no tomarse las medidas adecuadas, se distorsionará mucho más. En la medida que se postergue la devaluación y el ajuste, la distorsión cambiará crecerá y eso se reflejará en los precios.
Con la ausencia del Comandante y del Ministro de Finanzas, el “Gabinete Económico” no puede hacer absolutamente nada y todas las decisiones quedan paralizadas. No se espera una decisión importante en materia cambiaria antes que finalice el año, sin embargo, la discusión de las posibles soluciones tendría que darse y eso es lo que posiblemente se frene con la ausencia del Presidente y del Ministro. Todo indica que las soluciones que están en la mesa no solucionarán el problema de fondo. Estamos en manos de un gobierno que tiene una papa caliente en las manos y cree tener la solución al problema y de unos comerciantes que aprovechan la distorsión generada por el propio gobierno, mientras tanto, la gente desesperada compra porque cree que el mundo se acabará.
El escenario económico del próximo año es complicado, no quiere decir esto que es una situación trágica y el país colapsará, pero si será un año diferente en materia económica y todo dependerá de las decisiones que tome el gobierno en esa materia. De mano de ustedes queda convertir las amenazas y debilidades en oportunidades y fortalezas.

Un paso pa´lante y dos pa`tras


Los resultados económicos del tercer trimestre se dieron a conocer la semana pasada y de acuerdo a eso todo está muy bien. El Producto interno bruto aumentó 5,2% respecto al tercer trimestre del año pasado, de acuerdo a datos del BCV. En este sentido, el sector privado de la economía presenta una variación de 5,7%, mientras que el sector público creció en 3,4%.
Por actividad económica se tiene que la actividad no petrolera creció 5,4%. Dentro de la actividad no petrolera se observa que el comportamiento por sector fue el siguiente: instituciones financieras y seguros (35,9%) construcción (12,0%), comercio y servicios de reparación (9,8%), servicios comunitarios (+7,8%) comunicaciones (6,9%),  producción de servicios del Gobierno General (5,5%),  Servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler (4,0%), transporte y almacenamiento (3,5%), electricidad y agua (3,0%), manufactura (3,0%) y minería (-9,1%). El sector construcción presenta un comportamiento importante de destacar porque es el sector público quien lo impulsa. De acuerdo a la nota del BCV: “esta actividad mantiene el ritmo de crecimiento significativo iniciado a partir del tercer trimestre de 2011, como consecuencia de la mayor demanda de obras residenciales y no residenciales por parte del sector público (18,8%), tanto del Gobierno general (24,7%) como de las empresas públicas petroleras (28,6%)”, léase GRAN MISION VIVIENDA VENEZUELA. Yo preguntaría, ¿Qué muestran las cifras del sector privado en materia de construcción?
Por su parte, la actividad petrolera creció 1,1% respecto al tercer trimestre del año anterior y si lo comparamos con el trimestre inmediato anterior se contrajo 4,1%. Un resultado como este con un precio del petróleo elevado y estable genera muchas dudas respecto a la salud del “principal motor” de la economía.
Si bien es cierto, el PIB no petrolero creció más que el petrolero, la preocupación se presenta cuando observamos que el sector público tiene una presencia importante en las diferentes actividades del PIB no petrolero. No se trata de satanizar al sector público sino de entender hasta que punto y en qué medida, el sector público puede impulsar un modelo de crecimiento sostenible, toda vez que dependemos del petróleo. Es cierto que los datos reflejan un mayor crecimiento del sector privado, así tiene que ser, sin embargo, la brecha se ha ido reduciendo y el sector público tiene mayor presencia y representa un mayor porcentaje dentro del crecimiento total de la economía. Así se tiene que para el año pasado el sector público creció 5,3% y el privado 3,3%.
Con mayor presencia del sector público en las actividades económicas y un sector petrolero creciendo a niveles que no se alinean con la realidad del mercado petrolero internacional, el horizonte no es alentador. No me cansaré de repetirlo: con precios del petróleo más bajos, la economía venezolana creció a tasas mayores en años recientes. Esto quiere decir que un precio del crudo elevado, en las actuales circunstancias, no garantiza un mejor crecimiento económico.
Si a eso añadimos todas las restricciones que tiene el sector privado, principalmente la situación del mercado cambiario en la actualidad, las perspectivas no son positivas para el último trimestre del año, muy probablemente la economía de desacelere como reseñan varios reportes internacionales. En efecto es lo que ha venido ocurriendo trimestre a trimestre durante este año. La economía crece pero con menor fuerza.
Es positivo que la economía crezca?, Sí. Es positivo que el sector petrolero crezca a esos niveles?, No tanto. Es positivo que el sector no petrolero crezca? Por supuesto que sí, eso es lo que tendría que ocurrir pero con una mayor presencia del sector privado. Respecto al segundo trimestre, el sector privado se desacelero y el público se aceleró. La situación de la manufactura es para destacar: de las que menos creció. Estamos generando más distribuidores que productores. Ustedes me dirán….

Hacer negocios en Venezuela


Venezuela no es solo el país con la segunda mayor inflación del continente, después de Argentina, también es el que menos facilidades para hacer negocios ofrece. Así lo revela el reporte “Doing Business 2013: Smarter Regulations for Small and Medium-Size Enterprises” elaborado por el Banco Mundial.
El estudio se realizó en 185 economías y está compuesto por 10 indicadores que miden: la facilidad para abrir una empresa, el manejo de los permisos para la construcción, la obtención de electricidad, el registro de la propiedad, la obtención de créditos, la protección a las inversiones, el pago de impuestos, el comercio internacional, el cumplimiento de contratos y “resolución de insolvencia”.
Los resultados muestran que nuestro país se ubicó en el puesto 180 entre 185 países, desmejorando una posición respecto al año pasado. Para cada uno de los indicadores se tiene que: en las facilidades para abrir una empresa se ubica en el puesto 152, en el manejo de los permisos para la construcción en el puesto 109, en la obtención de electricidad en el puesto 160, para el registro de la propiedad de 90, en obtención de créditos  de 159, en la protección a las inversiones de 181, en el pago de impuestos de 185, en comercio internacional 166, en el cumplimiento de contratos de 80 y para resolver una insolvencia de 163.
Como señalé anteriormente Venezuela obtiene el último lugar en todo el continente de las 33 economías de la región que forman parte del estudio. A nivel regional ocupamos el último lugar en obtención de electricidad, pago de impuestos y comercio internacional. Esto quiere decir que el país con mayores complicaciones para pagar impuestos, gestionar el comercio internacional y obtener permisos  para una conexión eléctrica es Venezuela. En la protección a las inversiones estamos de penúltimos y en las facilidades para obtener créditos y resolver insolvencias nos ubicamos en el puesto 30.Haití y Bolivia obtienen mejores resultados que nuestro país. El país de Latinoamérica mejor ubicado es Chile en el puesto 37, seguido por Puerto Rico y Perú respectivamente.
Por debajo de nuestro país solo se ubican: República Democrática del Congo, Eritrea, República del Congo, Chad y República Central Africana. Aparte de estos países, en cualquier otra nación del mundo es más sencillo emprender un negocio que en Venezuela. Esto podría explicar (en parte) la existencia de tanta informalidad y sub empleo en nuestro país. Las trabas legales desincentivan la formalización de emprendimientos y cada vez es más caro contratar personal: un cocktail peligroso.
Lamentablemente los resultados del reporte no impresionen a mucha gente, ya estamos acostumbrados a quedar detrás de la ambulancia en cualquier medición de calidad institucional que se hace a nivel internacional. Cada vez nos acostumbramos más a vivir en un país con rezagos económicos, institucionales y sociales muy importantes, posiblemente los mayores del mundo en los últimos 10 años. No se trata de si el venezolano tiene el último modelo de telefonía inteligente del mercado, se trata de cómo vivimos y del tipo de economía que se ha venido desarrollando en los últimos años. En la última década se profundizaron los peores elementos de un sistema de incentivos perverso basado en la renta petrolera. Cada vez somos menos productivos y consumimos más y más.
Nuestro país tiene todas las condiciones para ser un líder regional, al menos, en determinados sectores, sin embargo, todo indica que no lo seremos si seguimos por el camino que vamos. De ser una referencial mundial en los años 60 nos hemos convertido en el ejemplo para explicar todo lo que no se debe hacer en materia económica. En un período de 35 años nos convertimos en una paradoja de país y en los últimos 10 en un ejemplo de involución. La verdad es que Venezuela debería atraer muchas inversiones y ocupar mejores posiciones en el contexto económico internacional. Nadie puede conformarse con el país que tenemos, sería irresponsable.